jueves, 15 de octubre de 2009

Tendencia: “Haga happyshifting y sea feliz en el trabajo”

Autor: Tino Fernández.
Fuente: Directivos. Cinco Días

No se resignan a pasar ocho horas diarias en un empleo que no les aporta nada. Los happyshifting deciden transformar sus empresas y el mercado laboral. Cambian la queja por la acción y la pasividad por la resolución.

Frente a la idea milenaria de que el trabajo es una condena, o algo así como morir de lunes a viernes, los happyshifting emergen como una nueva tribu heredera de Rousseau o Benjamin Franklin, los primeros que hace ya tiempo-en el siglo XVIII-argumentaron que la vida laboral podría estar en el centro de cada deseo de felicidad.

El happyshifting del siglo XXI implica la máxima defensa de que vivimos en una era única, en la que debemos estar decididos a buscar la felicidad a través del trabajo, que se convierte en fuente de sentido para nuestras vidas.

El objetivo es ser feliz, a pesar de los pesares, trabajando.

Pilar Jericó, socia de InnoPersonas, aporta el concepto de los estados de flujo: “quien se encuentra en ese estado está absorto en su actividad y siente una enorme satisfacción; trabaja para ser feliz, con capacidad de realización y satisfacción personal antes que de ganar dinero”. Cuando ocurre esto, hay un resultado para la empresa: “Con este compromiso la persona tiene un 57% menos de posibilidades de dejar la compañía y se esfuerza un 87% más”.

El happyshister no considera que la vida personal y la laboral sean enemigos y no cree que ambas deban estar separadas.

Un perfil característico: Son personas que llaman a las cosas por su nombre; buscan las coherencias e inconsistencias en la empresa; son optimistas, no tiene miedo de escuchar a su conciencia, y se plantean lo que quieren ser y hacer el resto de su vida.

Saludos. Gabriel.