viernes, 9 de noviembre de 2012

Las reuniones ineficaces son un agujero negro para el tiempo.


Mike Abbott, socio de Kleiner indica que "reducir el número de reuniones dirigidas por un directivo pone el poder de decisión en mano de los profesionales que realmente crean productos y permite brillar a los empleados más capaces. Además, deja en evidencia a quienes no aportan gran cosa"
 
Steve Jobs era partidario de las reuniones cortas con una idea básica: “todo el mundo en la sala debe estar ahí por una razón muy concreta. Si no eres crucial para la reunión, no pintas nada”.
 
Otro tema es la puntualidad, establece horas precisas para lado ración de las reuniones. Esta precisión sirve como aviso y predispone a aprovechar el tiempo.
 
Facebook cuenta con una política respecto a los comités que les ha llevado a crear el "miércoles sin reuniones" para que los ingenieros se concentren en crear productos.

En Japón las reuniones empiezan y acaban exactamente a la hora prevista. Es importante cumplir con el horario, ya que llegar tarde se considera una ofensa. Se debe llegar con un mínimo de cinco minutos de antelación. Fijar una cita y luego cancelarla puede acabar con una relación.
Las reuniones empiezan y terminan a la hora que se haya previsto, aunque no se hayan terminado de tratar los temas de la reunión.
 
Fuente: Expansión