Ocho trucos para no sentirse
derrotado:
. Aprenda una lección de cada fracaso. Los fracasos son fuente de sabiduría.
. No se tome cada fracaso como algo personal. Recuerde que hay muchos ejemplos en la historia de de personajes que han fracasado en repetidas ocasiones, pero han logrado el éxito.
. Sea consciente de lo que cuestan las oportunidades perdidas. A veces pensamos sólo en lo que podíamos perder y no en aquello que podríamos haber ganado.
. Visualice su fracaso y su éxito. Tiene que ser capaz de verlo a largo plazo y verá que las cosas no son tan malas como pensaba.
. Equilibre los riesgos con la seguridad. Deberíamos asumir ciertos riesgos en nuestra vida, pero compensados con alguna que otra seguridad.
. Tenga un plan alternativo. Siempre hay que planificar la salida en ese inesperado fracaso.
. Conozca a su enemigo. Lo peor es la incertidumbre. Analice sus posibilidades antes de asumir el riesgo.
. Elija entre un riesgo moderado y uno elevado. Hay que empezar con metas cortas y sencillas.
Una estrategia que suele funcionar muy bien cuando se fracasa es centrarse tozudamente en lo bueno que nos rodea. "Cuando te centras en tus éxitos, eres más capaz de repetir un comportamiento beneficioso".
Por otra parte un truco que suele funcionar es la
"regla de los noventa segundos". El cuerpo tarda ese tiempo en volver
a la normalidad cuando se produce una situación de estrés. Es un tiempo de
reacción natural. Lo mejor es esperar a que se pase ese tiempo, asumir el
fracaso y continuar mirando al futuro con optimismo. Reírse aunque no se tengan
ganas o conciliar el sueño son algunas de las herramientas que se pueden
aplicar para superar nuestro irracional miedo al fracaso. El estado emocional
se puede elegir y no depende sólo de lo que pasa a nuestro alrededor.. Aprenda una lección de cada fracaso. Los fracasos son fuente de sabiduría.
. No se tome cada fracaso como algo personal. Recuerde que hay muchos ejemplos en la historia de de personajes que han fracasado en repetidas ocasiones, pero han logrado el éxito.
. Sea consciente de lo que cuestan las oportunidades perdidas. A veces pensamos sólo en lo que podíamos perder y no en aquello que podríamos haber ganado.
. Visualice su fracaso y su éxito. Tiene que ser capaz de verlo a largo plazo y verá que las cosas no son tan malas como pensaba.
. Equilibre los riesgos con la seguridad. Deberíamos asumir ciertos riesgos en nuestra vida, pero compensados con alguna que otra seguridad.
. Tenga un plan alternativo. Siempre hay que planificar la salida en ese inesperado fracaso.
. Conozca a su enemigo. Lo peor es la incertidumbre. Analice sus posibilidades antes de asumir el riesgo.
. Elija entre un riesgo moderado y uno elevado. Hay que empezar con metas cortas y sencillas.
Una estrategia que suele funcionar muy bien cuando se fracasa es centrarse tozudamente en lo bueno que nos rodea. "Cuando te centras en tus éxitos, eres más capaz de repetir un comportamiento beneficioso".
Fuente: Expansión. "Una mochila para el universo" Elsa Punset
Saludos. Gabriel